Este pueblo conserva la tradición de la fiesta de los mayos, aunque, a veces, elementos modernistas hagan presencia en la celebración. La fiesta comienza en la noche del 30 de abril al 1 de mayo, a las 12 de la noche, Se reúnen los mozos para empezar a cantar, en primer lugar a
Hay que destacar que al echar los mayos a
Las mozas, después de oír el mayo, obsequian a los mozos con el típico hornazo. Es una torta hecha a base de harina, huevos, aceite, azúcar, levadura y matalauva y adornada con huevos cocidos, bolillas de anís y crucetas de la misma masa.
Esta noche, las mozas del pueblo, al oír el eco lejano de la ronda que pasa, abandonan un poco nervíosillas la cama y espían por las celosías de sus balcones las andanzas de los mozos, que van recorriendo las callejuelas y plazuelas del pueblo,
Muchas de ellas, con las trenzas sueltas, tapando su cintura con la enagua, charlan alegremente desde sus ventanas con los mozos de la ronda; otras, en cambio, se sienten satisfechas si consiguen presenciar sigilosamente la escena tras semiabiertas puertas de sus balcones y raro es la doncella que, aunque esté durmiendo a pierna suelta, o despierta entre sábanas, no le retoce la alegría en el cuerpo, sufriendo enormemente hasta saber el nombre de su mayo, como
Señorita Carmen
tu mayo es así
eres mas bonita
que un serafín.
Algunas veces, tras cantar las coplas, invitan y se pasa a la casa de la moza y se descansa una miaja (como dicen algunos) para tomar el típico hornazo y mojar la garganta, que está ya seca de tanto gritar y cantar.
Habría que terminar, diciendo, que lo mismo la noche del día 30 de Abril como la del 2 de Mayo se cantan mayos hasta el amanecer, la primera para enlazar con la romeria y la segunda, sino coincide en fiesta, para incorporarse al trabajo.
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